...Sólo la voz...

viernes, diciembre 16, 2005

Infantil inocencia

Una de las navidades más recordadas fue "la del regalo inesperado". En realidad, con mi hermana ya sabíamos que el viejo pascuero no existía, y por lo mismo, dejamos toda la responsabilidad en nuestros papás. Y como éramos curiosos, una semana antes del 24 escarbamos en cada rincón de la casa buscando los preciados regalos, sin encontrar ni siquiera el papel con el que los envolverían.
Horas antes de la medianoche ya perdimos practicamente todas las esperanzas... o los regalos estaban muy bien escondidos o simplemente el maldito gordo barbón vestido de rojo, consideró que los hermanitos Rivera no se habían portado lo suficientemente bien durante el año.
Cuando la desesperación infantil nos tenía al borde del desequilibrio mental, encontramos en el fooooondo de nuestro patio unas sospechosas cajas. Con una discreción que ni nosotros la creíamos, entramos a la casa preguntando que hacían esos cubos de cartón forrados en papel navideño en el patio. Nuestros sueños se derrumbaron cuando dolorosamente escuchamos de la boca de nuestros progenitores: "es el computador que nos pidieron que le guardemos a Felipe, el de la casa del frente". Odié y envidié con todas mis fuerzas a ese desgraciado suertudo que tendría lo que yo quería!
Me sentí pésimo, aunque talvez mi hermana ni recuerde esto, pero a mí, el mundo se me cayó encima... siempre quise un regalo en una caja grande! Nuevamente no lo tendría.
Las doce. A los pies el árbol, varios paquetitos, uno de ellos con mi nombre. No quería eso, porque era muy chico, pero de todas forma lo acepté. No sé en qué momento mi viejo desapareció del living, pero de un momento a otro ví caminar hacia nosotros unos pies, y sobre ellos una caja grande, la misma que estuvo esa tarde en mi patio.
Perfectamente engañados!!! Ese era nuestro regalo!!! Lo vimos, lo deseamos sin saber qué era, nos desilusionamos, pero finalmente lo abrimos. Un computador!!! Eso sí que fue una sorpresa, ya que en ese tiempo no cualquiera tenía pc, por los costoso que era, pero para los hermanitos Rivera había uno.
Un recuerdo inolvidable. Pero ahora no puedo evitar preguntarme ¿En qué momento de la vida se pierde esa tierna inocencia que nos hacía creer y vivir emociones tan dulces y sencillas?

3 Comments:

  • At diciembre 20, 2005, Anonymous Anónimo said…

    jajaja, hermanito, no te equivokaste, la verdad es k no recuerdo eso jajaja, pero ta super bien dicho todo, admiro tu memoria, es algo k desearia tener, ahora para esta navidad lo unico k deseo es k mi hermanito me regale un piercing o platita pa mi mochileo, eso seria algo k jamas olvidaria jiji, saludos y sigue escribiendo k esto me gusta, leer lo k piensas o lo k vives es interesante.

     
  • At diciembre 21, 2005, Blogger Raúl A. Pinto said…

    Ja!, Herman Hesse en su libro "Demian", dice que la pérdida de la inocencia va de la mano con el descubrimiento del mundo "sucio", de las cosas malas, del saber que es la deshonestidad, lo prohibido. entonces comenzamos a renegar del mundo infantil, y lo vivimos superficialmente (¿te acuerdas la primera vez que te dijeron 'anda a jugar' y fuiste igual, pero pensando 'yo ya no juego', o 'no pienso jugar más en mi vida'?), hasta perderlo, como un caracol cuando cambia de concha porque no cabe en la que tiene. yo cada día soy menos infantil (creo), pero cuando uno reniega de ello hasta perderlo, anhela que regrese en los momentos en que la madurez, o la vida madura nos golpea.

    (¿Demasiado filósofo, no?. bah!, feliz navidad, y que el viejito se acuerde de ti. jajaja)

     
  • At diciembre 22, 2005, Blogger Francisco Guerrero said…

    Amigo, Francisco Guerrero en su libro "Weno y pa ke es la vida entonces" comenta que la infantilidad y el queres seguir siendo niño, creer y encantarse con lo abstracto y espiritual NO SE PIERDE a menos que quieras perderlo, encantate con aquel regalo imposible o sorprendete mirando al viejo pascuero y veras que el niño que vivia en ti nunca se fue, solo su cuerpo crecio pero su espiritu esta intacto.
    Amigo muchas felicidades en estas fiestas y ojala el pascuero le traiga alegria a toda su familia.

    Un abrazo grande

     

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