En blanco!
Siempre pensaba en cuáles serían las palabras adecuadas, las más correctas y acertadas, pero cuando llegó ese momento mi mente quedó en blanco, ¡nunca me pasa eso! siempre encuentro las palabras y las ideas para salir de algún conflicto, pero ayer no fue así.
El nerviosismo que sentía era enorme, aunque trataba de demostrar tranquilidad me era imposible controlar mis movimientos, hasta que llegó el momento determinado de nuestra "improvisada" cita (la que verdaderamente planifiqué con una semana de anticipación). Me decidí a tomar esas delicadas manos, las que había tenido entre mis dedos cientos de veces antes pero que jamás estuvieron tan suaves como ese día, y con voz temblorosa expresé de lo más profundo de mis sentimientos las palabras que marcarían un rumbo distinto en nuestras vidas. Era tanto el temblor de mis manos que no podía sacar la cajita que contenía el par de pequeños metales circulares. Señoras y señores que leen este escrito, la dulce Carolina ya no será más simplemente mi polola, sino desde que un par de anillos dorados brillan y resaltan en uno de nuestros dedos... somos novios.
Lo reconozco, no me cuesta ni averguenza: ESTOY ENAMORADO. Atrás quedó el pasado, los problemas, ahora sólo se visualiza un próspero futuro, todo en nuestras vidas apuntará a que en enero del 2007 podamos llegar finalmente al altar para dejar de ser "dos" y convertirnos en "uno".
Jamás en la vida usé anillo, es extraño llevarlo, pero me llena de alegría saber que ya está ahi. Estoy feliz!
Sé que al casarse se está ligado a otra persona eternamente, sin paso atrás, pero cuando ya conoces a tu "mitad", cuando anticipadamente sabes cual será su reacción frente a cualquier situación, cuando lo que más esperas en el día es darle un abrazo y decirle lo mucho que la amas, cuando sólo ella se ríe de las mismas payasadas que dices y que a nadie causan risa, cuando es la única que ha logrado enternecerte con cosas que siempre pensaste que eran "para mujeres", ELLA es la que siempre buscaste, y entre las millones de mujeres que hay en el mundo, yo encontré a la indicada, a la que será mi esposa.
Espero que esto no suene muy cursi ni latoso (parece que sí), pero a esta altura da lo mismo, la mayoría de los hombres con que he conversado piensan como yo, aunque muchos lo niegen, pero casi todos deseamos: una linda esposa, hijos, casa... así estamos hechos! Detrás de lo bruto y bestia que somos, de lo sucio y torpe, se esconde algo en nosotros los hombres que no se puede ocultar: cuando nos enamoramos lo damos todo por la mujer que amamos. Y yo me enamoré profundamente...
El nerviosismo que sentía era enorme, aunque trataba de demostrar tranquilidad me era imposible controlar mis movimientos, hasta que llegó el momento determinado de nuestra "improvisada" cita (la que verdaderamente planifiqué con una semana de anticipación). Me decidí a tomar esas delicadas manos, las que había tenido entre mis dedos cientos de veces antes pero que jamás estuvieron tan suaves como ese día, y con voz temblorosa expresé de lo más profundo de mis sentimientos las palabras que marcarían un rumbo distinto en nuestras vidas. Era tanto el temblor de mis manos que no podía sacar la cajita que contenía el par de pequeños metales circulares. Señoras y señores que leen este escrito, la dulce Carolina ya no será más simplemente mi polola, sino desde que un par de anillos dorados brillan y resaltan en uno de nuestros dedos... somos novios.
Lo reconozco, no me cuesta ni averguenza: ESTOY ENAMORADO. Atrás quedó el pasado, los problemas, ahora sólo se visualiza un próspero futuro, todo en nuestras vidas apuntará a que en enero del 2007 podamos llegar finalmente al altar para dejar de ser "dos" y convertirnos en "uno".
Jamás en la vida usé anillo, es extraño llevarlo, pero me llena de alegría saber que ya está ahi. Estoy feliz!
Sé que al casarse se está ligado a otra persona eternamente, sin paso atrás, pero cuando ya conoces a tu "mitad", cuando anticipadamente sabes cual será su reacción frente a cualquier situación, cuando lo que más esperas en el día es darle un abrazo y decirle lo mucho que la amas, cuando sólo ella se ríe de las mismas payasadas que dices y que a nadie causan risa, cuando es la única que ha logrado enternecerte con cosas que siempre pensaste que eran "para mujeres", ELLA es la que siempre buscaste, y entre las millones de mujeres que hay en el mundo, yo encontré a la indicada, a la que será mi esposa.
Espero que esto no suene muy cursi ni latoso (parece que sí), pero a esta altura da lo mismo, la mayoría de los hombres con que he conversado piensan como yo, aunque muchos lo niegen, pero casi todos deseamos: una linda esposa, hijos, casa... así estamos hechos! Detrás de lo bruto y bestia que somos, de lo sucio y torpe, se esconde algo en nosotros los hombres que no se puede ocultar: cuando nos enamoramos lo damos todo por la mujer que amamos. Y yo me enamoré profundamente...